tag:blogger.com,1999:blog-8338889927094976592023-11-16T07:56:36.809-08:00Llama de avesCecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-30568592253205855412013-08-22T11:53:00.000-07:002013-08-22T12:23:24.520-07:00Alice Munro a través del espejo<h3 class="post-title entry-title" itemprop="name" style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 22px; font-weight: normal; margin: 0.75em 0px 0px; position: relative;">
</h3>
<div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;">con María José Eyras</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;">publicado en Ñ el 5 de agosto de 2013</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;">En una entrevista que concedió al </span><i><span style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;">New Yorker</span></i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; border: 1pt none windowtext; font-family: 'Courier New'; line-height: 150%; padding: 0cm;">, la escritora canadiense
Alice Munro dice: <i>“durante años y años
pensé que mis relatos sólo eran tentativas para escribir <st1:personname productid="la Gran Novela" w:st="on">la Gran Novela</st1:personname>, pero
descubrí que lo mío eran las narraciones breves”. </i>La circunstancia
doméstica que la llevó a ajustar la extensión de sus escritos a la duración de
las siestas de sus hijas no le impidió convertirse en una de las más grandes
escritoras en lengua inglesa –autora de doce colecciones de cuentos y una
novela–, varias veces candidata al Nobel.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> <i>Mi vida querida</i>, su último libro, reúne
ficciones y piezas de corte autobiográfico, al estilo de las narraciones de <i>La vista desde Castle Rock</i>. Frente a
esta nueva publicación, cabe preguntarse dónde radica la belleza que, a pesar
de las vicisitudes de la traducción, emana de los textos de Munro. Sin ir más lejos,
algo de la polisemia del título en inglés, “<i>Dear
life</i>” se pierde en la traslación a <i>“Mi vida querida” </i>del volumen en
español, ya que en la expresión inglesa
subyace tanto la interjección
–equivalente quizá a nuestro “madre mía”, “Dios mío” u otras por el estilo – como
una calificación amorosa de la vida y una referencia al lenguaje epistolar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;">Desde el primer relato de esta colección, encontramos una
escritura diferente a la que nos habían acostumbrado los últimos libros de
Munro: menos fragmentaria, más lineal. Sin embargo, al avanzar en la lectura,
se vislumbra que en esa linealidad la escritora no abandona su habitual interés
por las búsquedas de la memoria. Al contrario, la voz que narra lo hace dando
cuenta de la diversidad de tonos que construyen una identidad a través del paso
de los años. Si antes había una escena originaria en torno a la cual giraban
los tiempos de la historia, ahora la ficción avanza apoyada en una voz
narrativa que es la misma y es otra, una
voz que se recorre en sus versiones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> Los
personajes de los cuentos de <i>Mi vida
querida</i> tienen en común el hecho de estar extrañados de sí: arrastrados por
las circunstancias o en busca de algo, por momentos encaminados hacia lo que
aún no saben que buscan. ¿Huyen o van? ¿Los espera una vida nueva o un
espejismo? Están perdidos, como Nancy en “A la vista del lago”; presos de una
fascinación, como Greta en “Llegar a Japón”, de la culpa, como la niña de
“Grava” o encadenados al hechizo de los
propios supuestos, como la esposa
protagonista de “Dolly”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> En “Amundsen”-el favorito de la autora, <i>–“probablemente porque fue el que más
trabajo me dio”</i>– , “Irse de Maverley” y “Tren”, Munro narra cómo algunas mujeres se atreven a
transgredir mandatos de su educación aunque las consecuencias las atraviesen
dolorosamente. Se trata de “historias pequeñas” en las que la desorientación,
la pérdida, pero también la oportunidad y la esperanza llegan al lector no en
las vicisitudes extraordinarias del argumento sino a través de la precisión
minuciosa con que la autora sabe iluminar los detalles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> El
índice del libro se estructura en dos partes: diez cuentos en la primera y
cuatro relatos en la segunda, titulada
“Finale”. Estos últimos –en palabras de la autora “menos que cuentos” y “pura
verdad”– son piezas en torno a episodios de su infancia que retratan el pueblo
en el que vivió de niña con sus valores y sus prejuicios. Aparecen en ellos las
obsesiones del primer encuentro con la muerte <br />
<a href="" name="_GoBack"></a>(“El ojo”), los sentimientos encontrados hacia una
hermana (“Noche”) y también el recuerdo de su madre, que cobra en estas páginas
nacidas de la memoria una dimensión especial. “<i>Mi madre</i> –dice en la entrevista del New Yorker- <i>sigue siendo una figura fundamental para mí,
porque su vida fue tan triste e injusta, y ella tan valiente</i>...” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> Al
reunir por primera vez en el mismo libro ficciones que podríamos llamar “puras”
y textos de corte autobiográfico, operación sin precedentes en su obra, quizá
Munro intenta dar una señal de cierre. En todo caso, la convivencia da cuenta de los difusos límites entre los
géneros y las fuentes en la escritura. ¿Qué es imaginación y qué experiencia y
cómo se funden en el crisol de la
memoria? En “Vida querida” , el último
de los relatos de “Finale”<i>,</i> dice de
uno de los personajes: “<i>Roly Grain se
llamaba, y no tiene ningún otro papel en lo que ahora escribo, a pesar de su
nombre de ogro, porque esto no es un cuento, tan solo es la vida. </i>”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;"> Estas historias de quien es considerada <st1:personname productid="la Chéjov" w:st="on">la Chéjov</st1:personname> canadiense parecen
demostrar que los hechos no bastan, que no significan sino en el relato del
tiempo vivido. Los recuerdos, en estas ficciones, no sólo se concentran en
hechos significativos –un episodio revelador – sino que “apilan” las distintas
versiones que de ellos guarda la memoria. Versiones múltiples de los mismos
sucesos, que a veces se desplazan y en ocasiones conviven, aún en la
contradicción. Como si en la escritura, Alice Munro quisiera conservar a cuantas
fue a lo largo de su vida, a esa diversidad de miradas en el devenir del tiempo
que es la identidad misma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Courier New'; line-height: 150%;">Tal vez sea esta una de las claves gracias a las que la autora
logra crear climas y unidades de sentido en unas pocas páginas; y que cada relato,
tanto si se nutre de los recuerdos de un personaje como de los
propios, recorra lo que podríamos llamar siglos psíquicos. De alguna manera, el
resultado que se presenta al lector traduce en intensidad las intenciones de
Munro en aquella entrevista citada al principio. Intención moldeada por la
vida, la de escribir <st1:personname productid="la Gran Novela" w:st="on">la
Gran Novela</st1:personname>, que se nos ofrece hoy, una vez más, en forma de
una original colección de cuentos.</span></div>
</div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-35562433631030513172013-04-24T03:27:00.000-07:002013-04-24T03:28:15.092-07:00De vez en cuando<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 28.8pt;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right; text-indent: 28.8pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt;">2001<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¿Por qué no nos quedamos un
ratito en doble fila a ver si sale, Moni?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica y yo acabábamos de ver
su recital en el teatro. Eran las doce de la noche y al fin Corrientes se
despejaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Media hora después, la idea <a href="" name="_GoBack"></a>parecía un sinsentido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¿Y si vamos a comer algo?- Mi
amiga flaqueaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¿No habrá salido ya por otra
puerta? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">A las doce cincuenta hay movimiento
en la vereda del Gran Rex: manos en alto, flashes; el perfil del pianista que
se aleja caminando y, ahora sí, el auto oscuro que avanza hacia nosotras con él
allí, del lado del acompañante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Como siempre que ocurre algo
importante respondo con el gesto más estúpido. Esta vez bajo del 147 de Mónica.
¿A qué? A decirle adiós con las dos manos en alto desde el medio de la calle.
Patético. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica me sacude a gritos
implacables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡VOLVÉ AL AUTO, CECI!! VOLVÉ
QUE LO SEGUIMOS!!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">¿Seguirlo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Claro, si es lo que venimos
haciendo desde los veinte. ¿O no hace más de veinte años ya que lo seguimos?
¡Más! Desde aquellos carnavales del ’70 en el Estudiantil Porteño de Ramos
Mejía. ¿Y después, durante las interminables horas de cola y discusiones con
los revendedores en la prehistoria de las ventas telefónicas? ¿Y aquel día
entero en la plaza del Congreso? ¿Y cuando mi primer viaje Barcelona? La charla
con su vecina; la decisión de tocar el timbre de su casa; la desilusión porque
él no estaba. (Su empleada me dio un papel con el teléfono del estudio,
llámelo, dijo. Tomé el papel, pero no podía dejar de mirar al perro –había
salido con ella- el perro de él). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica encendió los motores.
Salté a su lado e inmediatamente comprendí cuál era mi parte en la aventura.
Clavé los ojos en las luces traseras del auto oscuro. Sin embargo, ¡ay!
mortales vehículos rodeaban al carro divino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-Cuál es, Ceci, ¿cuál es?
¿Dobló a la izquierda por San Martín?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Aposté:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-No! Seguí derecho por
Corrientes!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Que la onda verde no se
corte! - invocó mi amiga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Se nos escapa. Es muy veloz! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-Nosotras también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">La incertidumbre duró un
momento hasta que, a la altura de 25 de Mayo el semáforo se encendió de un
rojo, cómo explicarlo, profundo, apasionado. Comprendimos la situación con un
alarido; dos, al unísono. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Ante la línea del paso de
peatones había un solo auto detenido. Nadie más sobre Corrientes. ¿Habría
acertado mi intuición? ¿O querría el destino que el único auto que importaba en
el mundo aquella noche hubiera girado por San Martín?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Por aquí, Mony! ¡Del lado del
acompañante!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">La velocidad del 147 era la
normal de cualquier automóvil que se detiene ante un semáforo, pero el recuerdo
lo guardará para siempre en cámara lenta. Nuestras espaldas se separaron de los
asientos adelantándose impacientes, cada vez más cerca de ese brazo peludito de
señor que descansaba sobre el borde de la ventanilla baja. Unos centímetros más
aún y, al fin: los ojos de él encontrándose con los nuestros. ¡ÉL! Sonriéndonos.
Como si supiera, como si nos reconociera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Lo demás, gritos y risas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Nanoo! Hoolaa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Hola! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">¡Serrat nos decía “hola” a
nosotras! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Y nosotras:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Moni, es él!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Ceci, es él!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Sólo pude sonreír a su sonrisa
y mirarlo. ¡Ahí, al lado! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mónica, en cambio, era capaz de
articular palabras con sentido: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Qué cara de cansado tenés!
-le dijo. Justo ella, que se había hartado de repetir que no sabría qué hacer
si alguna vez llegaba a tenerlo enfrente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Gracias por salir tantas
veces!- agregó. Creo que se refería a la cantidad de bises.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"> Y entonces, ¡oh dioses!... él extendió su mano
hacia nosotras. Moni hacia él y después yo, balbuceando como una idiota: “yo
también”, “yo también”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">¿Y ahora qué?, pensé. ¿Le
cuento que fui a su casa y él no estaba? Que conocí a su perro, que su vecina
dice que lo aprecia tanto, que es tan buena gente. No, para qué. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Miradas y sonrisas. La vida
besándonos en la boca. Y el cómplice semáforo, quietito ahí, como si fuera
eterno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¡Cuánto dura éste rojo, qué
maravilla! – le dije a Moni por lo bajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Y ella, una vez más, a él:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">-¿Ves cuánto dura este
semáforo, Nano? Lo programamos nosotras, especialmente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Más risas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Hasta que llegó el verde. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Las manos se dijeron adiós, y
el auto oscuro partió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Nosotras demoramos todavía unos
segundos: para <i>andarlo de puntillas y no romper el hechizo.<o:p></o:p></i></span></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-6825171786053853972012-12-28T10:56:00.000-08:002012-12-28T10:56:36.630-08:00Bomberos<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">2012<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Un día por fin mi
abuelo consiguió un trabajo fijo. Habían pasado más de veinte años desde que
llegaron de España recién casados, él y mi abuela, cuando lo nombraron
cuartelero del Destacamento de Bomberos de Ramos Mejía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Le gustaba contarme
historias de ese tiempo. El momento decisivo del relato llegaba en los segundos
cruciales entre los que mi abuelo recibía el aviso de incendio, colgaba el
teléfono y hacía sonar la alarma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Llevaba
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">ya</span><span style="font-family: "Courier New";"> mucho tiempo
jubilado cuando se incendió un depósito de pinturas en el fondo de la
ferretería del barrio. Mi abuelo estaba muy mayor, pero recuperó el apuro y llegó
a la ferretería al mismo tiempo que los bomberos. Corrí detrás de él, por si
acaso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Sólo</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> el
oficial lo reconoció. Los demás eran muy jóvenes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Después</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> de
sacarlo varias veces del borde de las llamas e insistir para que permaneciera
al otro lado del vallado, el oficial comprendió -o recordó- que era inútil
contradecirlo y le encargó que sostuviera un tramo de manguera. Con una mezcla
de vergüenza y agradecimiento vi cuando le asignaba al más joven, la exclusiva
tarea de vigilarlo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Esa</span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">
noche, el abuelo regresó a casa en autobomba. Feliz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Tenía ochenta y
tres años cuando comenzó con aquella costumbre de avisar: “todavía no”. Lo hacía
a modo de despedida antes de dormir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Una noche de julio
se acostó sin avisar, y murió a la madrugada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Al día siguiente
llegaron al velorio cuatro bomberos con uniformes de gala. Saludaron, y pidieron
permiso para despedirlo. Se ubicaron a ambos lados del cajón para dedicarle venias, saludos y silencios sincronizados con
precisión. Voces de mando que sólo ellos entendían. Se hubiera podido llevar la
escena al cine como final de una epopeya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Después, uno de los
bomberos se acercó a mi abuela, sostuvo sus manos y le habló bajito al oído.
Ella lo miraba sonriendo. Asintió con la cabeza dos veces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Pequeñísima en su
silla de ruedas, mi abuela sonreía con ternura a aquella despedida que él
hubiera disfrutado tanto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-4236500994290371772012-10-29T05:29:00.000-07:002012-10-29T05:31:10.941-07:00El otro mundo<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Courier New";">2005<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 177.0pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">“…el
espacio se mide por el tiempo y las navegaciones eran azarosas”</span></i><span style="font-family: "Courier New";"> <o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Courier New";">J. L. Borges<i><o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Ocho
kilómetros antes de la entrada al pueblo, el camino de tierra tenía una última
curva en ángulo casi recto hacia la izquierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">A
esa altura del viaje, la felicidad era un aleteo insoportable entre el estómago
y la garganta. Faltaban apenas ocho kilómetros hasta la parada de ómnibus donde
ya nos estarían esperando los taxis: cinco o seis carros de dos ruedas tirados
por un caballo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Bajábamos
del micro cansados de viajar durante toda la noche, entumecidos, sucios de
tierra. Nos acariciaba de repente el olor húmedo del mar que, desde allí, era
apenas una cinta azul al final de la calle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">La
vereda a nuestro alrededor se llenaba de valijas, bolsos, canastos. El sillón
plegadizo de la tía, el colchón de la perrita de mi prima, el frasco de pesto
que había que vigilar porque la tapa nunca cerraba bien. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Mi
papá protestaba por la cantidad de bultos: “seguro que no van a usar ni la
mitad de lo que traen”. Tío Mario acomodaba cuidadosamente el mediomundo y las
cañas de pescar entre dos valijas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Nos
distribuíamos en varios taxis: tres o cuatro de nosotros y unas cuantas valijas
en cada carro. Cuando le tocaba subir a tía Carmen le daba risa y perdía
impulso. Había que sostenerla para evitar que
volviera a descender. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Por
fin, los cascos de los caballos comenzaban a sonar sobre la única calle
asfaltada: Francisco de las Carreras. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">A
los gritos nos señalábamos alguna casa nueva, un negocio que no existía el verano
anterior. Las novedades, entonces, daban que pensar sólo en el progreso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">La
casa estaba a mitad de cuadra de la calle Azopardo: un arenal que cada verano
la municipalidad cubría con paja seca y resbaladiza para que se pudiera andar.
El taxi igual nos dejaba en la esquina. Acarreábamos los bultos hasta el portón
y después, por el camino de álamos, hasta el porche. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">La
puerta y las ventanas se abrían crujiendo y a medida que entraba la luz salía
el olor húmedo del encierro. Un olor a comienzo. Ya estábamos allí y era el
primero de los días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Habíamos
recorrido una enorme distancia: trescientos ochenta kilómetros. Toda una noche
de viaje. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Era
tan lejos, que las cartas tardaban seis días en llegar, había que esperar hasta
la tarde para recibir el diario, y en la telefónica encontrábamos siempre el
mismo cartel: HAY DEMORA. Cinco, seis, siete horas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Estábamos
tan lejos, que sólo podíamos escuchar radios uruguayas y, en las noches claras,
también el Festival de San Remo. (Entonces yo creía que directamente desde
Italia).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Quizás
también a causa de la distancia, algunos acontecimientos sucedían exactamente
al revés que en Buenos Aires. Los cortes de luz, por ejemplo, eran un
acontecimiento, una fiesta. En cuanto anochecía jugábamos una escondida entre
todos. Valía dentro de la casa, en el jardín -hasta la cerca-, y en el patio de
atrás, pero sin saltar la medianera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Al
cine también íbamos todos juntos. Si llovía, en vez de paraguas, usábamos la
sombrilla, que era enorme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Nos
gustaba ir a la función de las diez y llevarnos la cena: bocadillos de
coliflor, pescadito frito, buñuelos de acelga. Racimos de uva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Estábamos
tan lejos que si querían encontrarnos tenían que recurrir a la policía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Recuerdo
que un verano mis primas y yo volvíamos de la playa a la hora del almuerzo y encontramos
un oficial de policía en el comedor de casa. Había venido a traer un telegrama.
Mis padres y mis tíos –apenados- contaban los días que habían pasado desde la
fecha escrita en el papel. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Le
sirvieron algo fresco al oficial y llegaron a una misma conclusión: ya había
pasado todo; también el entierro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">-“No
vale la pena regresar”, dijo mi padre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Y
nos quedamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-29235398934469594482012-09-19T15:24:00.000-07:002012-10-01T02:07:42.289-07:00El Gallo Azul<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Courier New";">2005<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Es
el bar de tapas más elegante de Jerez de la Frontera. Tiene forma de U, igual
que la esquina en la que está ubicado: el vértice estrecho en que se cruzan dos
diagonales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">La
barra de madera reproduce el trazado del bar y lo divide en dos. De un lado -cercados
por la barra- trajinan los mozos, siempre a punto de llevarse por delante unos
con otros. Del otro se amontonan los parroquianos de pie o trepados a sillas
altas. Conversan, mientras van dando cuenta de cañas, vinos, bocadillos y
raciones que apoyan junto a uno de sus codos, en el borde de la barra. Ese
borde, apenas veinte o veinticinco centímetros, es el único espacio que deja
libre el exhibidor vidriado en el que se ofrece en pequeños platos, una gran
variedad de tapas frías: boquerones en aceite de oliva, anchoas con aliño de
salsa verde, gambas, alcachofas…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Uno
va pidiendo sus bocadillos y deja correr el tiempo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Al
fondo del local, no más de dos metros detrás de la barra, hay un muro de
ladrillos que oculta la cocina. Ese muro tiene una pequeña ventana apaisada, un
pasaplatos; demasiado bajo. Por allí van saliendo las tapas calientes que los
mozos reciben doblándose en ángulo recto y que reclaman a gritos cuando demoran
más de la cuenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">En
El Gallo Azul la actividad es vertiginosa. Los mozos recogen las tapas
calientes que salen de la cocina, sirven las tapas frías directamente del
exhibidor de la barra, las reponen, descorchan botellas y llenan una y otra vez
las pequeñas copas. Con cada jerez o cada caña sale también un cuenco de olivas
del tamaño del cucharón de madera con el que las recogen de un tonel. Llevan la
cuenta de cada pedido en un anotador: al final arrancan la hoja y se la lanzan al
cajero que sumará el total. Van y vienen incomodándose por la falta de espacio.
Gritan el pedido todos a la vez; y lo hace cada uno, aún cuando sea él mismo quien
deba prepararlo. De modo que aquello es un enredo. Una deliciosa confusión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">¡Lo de siempre para José! ¡Dos
de gambas y una de pimientos rellenos para la cinco! ¡Los chocos fritos para
hoy, joder!! ¡Un oloroso para la rubia más guapa y un fino para su hermana! (</span></i><span style="font-family: "Courier New";">La rubia es mi hija y su hermana, yo<i>). Doble ración de Jabugo para la cinco… ¡ah!
y una de boquerones. ¿Qué le pongo, amigo; se ha decidio usté por fin? ¡Paco!!
¿Te han pagao a tí los de la cinco? ¡Cómo que no! ¡La madre que los parió, se
han ido!<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Uno
podría pasar horas allí probando tapas y disfrutando de los comentarios, las
bromas, la conversación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Nosotras
hubiéramos seguido allí completamente olvidadas del tiempo que pasa. Sin
embargo, a la hora de cerrar, en El Gallo Azul son implacables: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">- ¡Venga señoras, que vamos a
cerrar! A ver, ¿a qué hora se levanta usté mañana?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">- ¿Yo? A las nueve.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">- Pues yo a las seis así que ya
vé: cuando usté despierta, yo llevo ya tres horas.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Los
pocos que aún quedaban allí se enredaron en una nueva conversación acerca de la
desgracia de levantarse temprano. Nuestro mozo, el que amanecía a las seis,
mascullaba que la culpa de todo la tenía su padre: <i>el muy cabrón, ya que me iba a traer al mundo, me hubiera traío rico</i>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Courier New";">Entonces,
conciente de su trágico destino de andaluz, nos recomendó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "Courier New";">- Pueden ustedes seguirla en
cualquier sitio de los que aún deben quedar abiertos: la gasolinera, el
hospital. Lo más seguro: alguna funeraria.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-1323224797386152942012-08-30T11:33:00.001-07:002012-10-01T02:08:17.968-07:00Mi Carlos<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-TRAD;">2012<o:p></o:p></span></i></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> </span><span style="font-family: 'Courier New';"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La luz es la de una
tarde de verano. La calle Paraguay ya tiene asfalto. Al frente de la casa hay
un muro bajo descascarado; lo interrumpe una pequeña puerta de alambre
artístico siempre abierta sobre el camino que lleva hacia la casa. Del lado
izquierdo del camino hay un jardín de gramilla mal cortada y un jazmín del
Paraguay florecido en dos colores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Junto al jazmín, mi
abuelo canturrea <i>por soleá</i> en su
silla baja. Más cerca de la puerta de la casa, en el sillón de caña está
mi abuela. Tiene puesto un batoncito de piqué, el pelo húmedo aún, perfume de
colonia y vestigios de talco en los pies con sandalias. Mira hacia la calle. Achica
tanto los ojos que añade dos ramilletes de arrugas a las innumerables que ya
surcan su cara. De pronto, eleva la espalda, apoya las manos en el sillón y
afirma los pies como si estuviera a punto de pararse. Sonríe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">De derecha a
izquierda por el centro de la calle, la camioneta Ford de mi tío Carlos
disminuye la velocidad. Trae las ventanillas bajas. Un poco echado sobre el
volante, mi tío levanta el brazo izquierdo, sonríe y grita: “<i>¡chau, vieja!</i>” Aumenta la velocidad. Y
pasa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Mi abuela regresa
hacia el respaldo del sillón y, sonriente aún, dice bajito: “Ahí va mi Ca(r)los”.
<a href="file:///C:/Users/Cecilia%20Sorrentino/Desktop/Escribiendo/Arquitectura%20del%20instante/MI%20CARLOS.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Cecilia%20Sorrentino/Desktop/Escribiendo/Arquitectura%20del%20instante/MI%20CARLOS.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Courier New";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "Courier New";"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Courier New"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En la voz de mi abuela andaluza, la
“r” de Carlos es muda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-55643831831842976352012-06-05T09:02:00.001-07:002013-08-22T12:15:09.120-07:00El tiempo y La Señora Dalloway<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">2012 <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Una lectura de <i>Entre
el tiempo mortal y el tiempo monumental: “La señora Dalloway”</i>, de Paul
Ricoeur. (<i>Tiempo y Narración -
Configuración del tiempo en el relato de ficción).</i><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">En Tiempo y
Narración, Paul Ricoeur hace un interesantísimo análisis de <i>La Señora Dalloway</i>, de V. Woolf </span>en el que indaga,
exclusivamente, la visión del mundo y la experiencia del tiempo que la
configuración narrativa de la novela proyecta hacia el lector.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">La trama de la
novela, dice, es simple: se trata del relato de acontecimientos que suceden a
lo largo de un mismo día de junio de 1923. <st1:personname productid="La Primera Guerra" w:st="on"><st1:personname productid="La Primera" w:st="on">La Primera</st1:personname> Guerra</st1:personname> ha finalizado
hace pocos años. Clarissa Dalloway, una mujer de la alta sociedad londinense
dará una recepción en su casa por la noche. Treinta años antes, ella estuvo a
punto de casarse con Peter Walsh, un amigo de la infancia cuyo regreso de <st1:personname productid="la India" w:st="on">la India</st1:personname> aguarda en esos días.
Richard Dalloway, a quien ella prefirió finalmente, su marido, es un
parlamentario importante aunque no brillante.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Hay un “segundo
foco” que ilumina al joven Septimus Warren Simth, ex combatiente durante la guerra.
Su locura lo conducirá al suicidio. <st1:personname productid="La Seora Dalloway" w:st="on"></st1:personname></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Si bien Séptimus no
pertenece al círculo de Clarissa, hay otro personaje, un célebre médico también
invitado a la fiesta, que comunicará la noticia de su muerte en plena
recepción. <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
</span><br />
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Allí se cierra la
trama, definitivamente simple.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">
</span><br />
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">La técnica
narrativa, en cambio, es sutil y se configura a través de una serie de
procedimientos que Ricoeur explica así:</span></span></div>
</div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
</span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span></div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
</span>
<br />
<ol start="1" style="margin-top: 0cm;" type="1"><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD">El “apilamiento progresivo” es el procedimiento
que se detecta con mayor facilidad. Salvo el suicidio de Séptimus, los
acontecimientos que jalonan la jornada son pequeños; a veces ínfimos.
Están subrayados por el resonar de los golpes del Big Ben al dar las
horas. Con este recurso el narrador no pretende ubicar al lector en el momento
del día, sino iluminar parte de la experiencia viva que los personajes
tienen de la temporalidad. Es decir, el apilamiento de sucesos marcados
por los golpes del Big Ben configuran la experiencia del tiempo que cuenta
la obra.</span></li>
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;">A medida que el relato avanza con lo que sucede,
retrocede o se retarda en acontecimientos que el recuerdo interpola entre
los breves momentos de acción. El
tiempo narrado progresa retardándose. El mundo de la acción cotidiana y el de
la introspección -es decir, el de la interioridad de los personajes- se
entretejen en destellos de recuerdos, suposiciones, conjeturas, secretos. Y
esos pensamientos silenciosos amplifican e intensifican el tiempo narrado desde
el interior. Virginia
Woolf se congratula en su <i>Diario</i> del
descubrimiento y la aplicación de esta técnica que describe como un proceso semejante
al de excavar túneles bajo la conciencia de sus personajes y conectarlos de
modo que una red de cavernas “venga a la luz en el momento presente”. Para un análisis más atento a la pintura de
caracteres (de los personajes) que a la exploración del tiempo narrado, este
recurso explicita la densidad psicológica de los personajes. Las suposiciones, las
ideas sobre sí a las que se entrega cada uno son, muchas veces, discordantes. Es
que ellos están tomados por una incesante búsqueda de sí mismos y, en ese sutil
juego de identidades e identificaciones, el lector queda con las piezas sueltas.
No se podría pensar de Séptimus que simplemente expresa el sinsentido, ni de
Clarissa, que es definitivamente frívola. El siguiente procedimiento de la técnica
narrativa es menos obvio.</li>
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;">En principio, vale decir que el narrador logra, de
parte del lector, la concesión de un “privilegio desorbitado”: no sólo el de
conocer desde el interior los pensamientos de todos sus personajes sino,
además, la posibilidad de pasar del flujo de una conciencia al de otra. Esto
permite que, a partir de una unidad de lugar o de instante –el mismo parque, el
mismo incidente (el paso del coche en el que posiblemente se desplaza el
Príncipe de Gales)- se produzca la dispersión de los recuerdos de distintos
personajes. El efecto de resonancia compensa las rupturas causadas por el salto
de una conciencia a otra y dibuja pasarelas “entre temporalidades extrañas
entre sí”.</li>
</span></ol>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
</span>
<br />
<div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Esta configuración
narrativa lleva a que narrador y lector compartan una “gama de experiencias
temporales”. El <b>tiempo cronológico</b>,
público, el de las horas que da el Big Ben, el tiempo que es el mismo para
todos. <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Un tiempo que, sin
embargo, no es sólo el de los relojes; es también el <b>tiempo de la historia monumental</b>: el tiempo histórico de la capital
imperial (pensemos que “el tiempo del mundo” fija la hora cero en Greenwich),
el de las figuras de la autoridad y el poder que incluye, por ejemplo, al eminente
Dr. Bradshaw. <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Pero además, la
reiteración del golpe de las horas es uno de los “recursos que posee la ficción
para seguir las sutiles variaciones entre el<b> tiempo de la conciencia</b> y el cronológico”. La hora es irrevocable
para todos. No obstante, la hora no es igual para todos.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">Refiriéndose a esta
novela, escribe V. W. en su <i>Diario</i>:
“Bosquejo aquí un estudio sobre la locura y el suicidio; el mundo visto por el
cuerdo y visto por el loco están uno junto al otro…”<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">La creación de
sentido proviene de la yuxtaposición de la experiencia del tiempo en Séptimus y
en Clarissa. Y, sobre ésta, otras: la de Peter Walsh, la de Elizabeth, la de
Rezia… <o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD">La experiencia del
tiempo que se abre al lector de esta novela es una especie de red subterránea
que enlaza personajes cuyos destinos y visiones del mundo aparecen
yuxtapuestos. No se trata de la experiencia de Clarissa, ni la de Séptimus, ni
la de Peter, sino de una especie de juego de ecos: la “resonancia de una
experiencia solitaria en otra experiencia solitaria”.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
</div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">
</span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><st1:personname productid="La Seora Dalloway" w:st="on"></st1:personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><st1:personname productid="La Seora Dalloway" w:st="on"></st1:personname></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-5396854598302890962012-06-05T08:38:00.000-07:002012-08-16T08:06:33.203-07:00Las palabras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><i>Las palabras son la más salvaje, la más libre, la más irresponsable y la más imposible de enseñar de todas las cosas.</i></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Virginia Woolf</span></div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioPc4jBHuyyPMCKsexkpScCSFmyC9fZV70mFRCfCapZldMYnBnF-KQvwTg-123vrYn8tpB_yaXAu_33ry1V4BanjeiXCNAmbqzvAgtMTl536PeMH2Xy2Wd7YPlZc6NtRb2QNPPLv4Hvfcd/s1600/Lecturas+Imprescindibles+I.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioPc4jBHuyyPMCKsexkpScCSFmyC9fZV70mFRCfCapZldMYnBnF-KQvwTg-123vrYn8tpB_yaXAu_33ry1V4BanjeiXCNAmbqzvAgtMTl536PeMH2Xy2Wd7YPlZc6NtRb2QNPPLv4Hvfcd/s400/Lecturas+Imprescindibles+I.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><br /></span>Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-28738069001922600302012-05-28T06:55:00.000-07:002012-10-01T02:09:41.064-07:00Atardecer sobre Mompiche: reflexiones durante una caminata *<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<div style="text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">2012</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> “El atardecer es amable con Sussex porque Sussex ya no es joven y agradece el velo del ocaso, </span></i></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">como una mujer entrada en años se alegra cuando se les ponen pantallas a las lámparas </span></i></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">y solo puede atisbarse el contorno de su cara.”</span></i></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Virginia Woolf.</span></i></div>
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El atardecer es amable con Mompiche, aunque Mompiche, como esos niños repentinamente adolescentes a quienes no les importa disimular las erupciones de la piel y las inestabilidades de su cuerpo nuevo y torpe, es demasiado joven para agradecer la penumbra. Sólo sabe gozarla. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El crepúsculo cubre de encanto la humildad del bambú en los muros, enciende de fiesta las viviendas elevadas sobre pilotes, y de misterio los techos de paja brotados de helechos. Los grafitis que el sol ciega durante el día, parecen iluminarse sobre las medianeras y en las veredas de arena -donde se conversa, se cocina, se vende y se juega- el alivio de la temperatura aligera los movimientos.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Las palmeras que bordean la costanera atraen hacia sus frutos, aún verdes, las escasas luces del alumbrado público y disimulan, en la vereda opuesta, la inestabilidad de los tanques de agua sobre las casas.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Camino por las pocas calles de Mompiche olvidada de los retazos de plástico que cubren escasamente las grietas de los techados, de las paredes acabadas con partes de carteles publicitarios y de los gallinazos que merodean agoreros.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">En algunas veredas, a esta hora, ya hay largas mesas rectangulares improvisadas con tablones que apoyan sobre caballetes o sobre tambores de lata. Se amontonan en ellas toda clase de frutos coloridos. Además hay licuadoras, jarras, conservadoras de hielo, morteros, machetes, botellas, jugos, licores. Inmediatamente detrás de esas “barras de bar” comienza el patio de la casa en el que aguardan las mesas de plástico blanco. Algunas tienen mantel y salero. De un momento a otro, las familias numerosas que habitan el piso alto y los turistas que pasan se sentarán allí a cenar.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Así, ya recortado sobre la oscuridad de la noche, Mompiche ofrece una imagen a la vez irresistible y punzante. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">El colorido de los faroles de papel que cuelgan de algunos árboles balancea cierto aire de clandestinidad ingenua. Como de carnaval antiguo. También, como de infancia.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">¿Acaso no hay una especie de regreso a algo desconocido y a la vez familiar en eso que la mirada encuentra bello?</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span><span lang="ES-TRAD" style="mso-ansi-language: ES-TRAD;"></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxM31LJB_UVRPVbWYpsflluEng5nVM_WzbIIdftSrqGrr8fHnR9Kwn0mcWJs9WGqXFXAjZ2faUsBXH9lWjSXb4v0x86-WwYbCrvoGap9Odj-mzqzyzX6JEYx41EJTCra1S8EoVASOApfLo/s1600/Foto+color+copy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><img border="0" fba="true" height="146" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxM31LJB_UVRPVbWYpsflluEng5nVM_WzbIIdftSrqGrr8fHnR9Kwn0mcWJs9WGqXFXAjZ2faUsBXH9lWjSXb4v0x86-WwYbCrvoGap9Odj-mzqzyzX6JEYx41EJTCra1S8EoVASOApfLo/s400/Foto+color+copy.jpg" width="400" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Courier New, Courier, monospace; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*Mompiche es un pueblo de la costa ecuatoriana. Pasé allí una semana en marzo de 2012. Leía entonces <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La muerte de la polilla y otros ensayos</i> de Virginia Woolf, recientemente publicado por <personname productid="La Bestia Equil£tera." w:st="on"><personname productid="La Bestia" w:st="on"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Bestia</i></personname><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Equilátera.</i></personname> Inspirada por el extraordinario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Atardecer sobre Sussex: reflexiones en un automóvil, </i>escribí el comienzo de esta estampa.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<br /></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-833888992709497659.post-28523395190977087492012-05-23T07:58:00.002-07:002012-10-01T02:10:01.510-07:00Subir al techo<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">2009</span></div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Primero subía yo. El venía dos escalones más abajo pero, como era más alto, sus manos se tomaban casi del mismo punto del listón de madera que las mías.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Las escaleras de albañil son difíciles en el ascenso. Uno no sabe qué hacer con la rodilla mientras el pié sube tanteando el próximo escalón. Hay que torcer la pierna hacia el costado para que no tropiece. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Mi padre y yo repetíamos esa maniobra cada vez que subíamos al techo, algunas mañanas de sábado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Justo a la altura del anteúltimo escalón, allí donde la escalera se vuelve angosta, él me tomaba de la cintura. Soltate, me decía. Yo ayudaba en el salto plegando las piernas y ya estaba arriba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Allí había otro viento. Otro olor. Otra geografía. Inevitablemente la aparición mágica de una pelota o un barrilete caídos y olvidados. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Pisábamos sobre los bordes encimados de las chapas; los pies quedaban presos de aquella geometría de brea. Los ojos, en cambio, se extraviaban en todas direcciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Desde allí, los árboles altísimos eran matas; el enorme campanario de la iglesia cabía en mi mano; había brotado un bosque de antenas sobre las casas y nos rodeaba un mar de techos y un laberinto de calles que hubiera podido cruzar sólo de un salto. </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;">La travesía de diez escalones de aquellos sábados era suficiente para comprobar que mi barrio guardaba, en el mapa de sus pocas cuadras, un secreto de horizonte interminable y un doblez del que quizás, estarían hechas todas las cosas</span><em>.</em></span><span style="font-style: normal; mso-bidi-font-style: italic;"></span></div>
Cecilia Sorrentinohttp://www.blogger.com/profile/17582090414446086765noreply@blogger.com2